Toys'R'Us y el caso del cerdito de las dietas

Yo tuve un policía. Sí, un policía que hacía los mismo que este cerdito. Cuando abrías la nevera te encendía una luz y emitía una sirena. Era bastante molesto. Me lo regalaron hace años en unos Reyes Magos. Debían pensar que estaba gorda y en lugar de dejar carbón dulce me trajeron esta aberración. A los regalantes seguro que les hizo mucha gracia. A mi ni una mijita. Estuvo en la nevera viviendo y matándome de microinfartos durante meses. Luego se le acabó la pila. No la repuse. Después de dejarlo vivir al lado de un frasco de encurtidos durante meses me cansé y lo tiré a la basura. 


El caso es que se ha montado "una muy gorda" porque una de las pocas cadenas que quedan de juguetes ha tenido a bien anunciar este cerdito en su catálogo para niños de 8 a 11 años. ¡Con un buen par! Que luego decimos que si la tele ayuda a promover los trastornos alimenticios entre lso menores pero ríete tú de los catálogos de juguetes. ¡Esos sí que se lo montan bien! Y claro las redes se han indignado y comenzaron una gran campaña para retirar esta preciosidad cuya descripción reza lo siguiente: 
Este cerdo acabará con las picadas y las incursiones nocturnas al frigorífico. Para usar en el frigorífico, gracias a los chips de sonido integrados. Quienes han crecido en el campo, saben cuán fuerte pueden gruñir (insultar) los cerdos. Tus sueños con barritas de chocolate bien frías se esfumarán en cuanto abras la puerta del frigorífico y oigas los gruñidos del cerdo ayuda dietas. El regalo ideal para personas con poca voluntad.
Claro, una vez twitter y los nutricionistas dieron la voz de alarma salieron los señores de Toys'R'Us a decir lo que parecía obvio. Que ese producto lo iban a retirar del catálogo... 

Así que el problema solucionado. ya no es para los niños. Es para los gordos mayores. ¿Soy la única persona que piensa que este tipo de productos son dañinos se dirijan a la edad que se dirijan? Pues voy a decir que, como regalada de un primo hermano del cerdito, mi autoestima ese día quedó hundida. Que las risas por la "ocurrencia" siguen sonando en mis tímpanos. Qué no pasará si se le da a un adolescente. O a alguien que realmente tenga problemas con su cuerpo a niveles que los lumbreras que lo diseñaron no son capaces de entender. 

Lo siento pero el cerdito no. PUNTO. Ni para el catálogo de niños ni para el de nonagenarios. 

 

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