Gordis entrañables: Killer Queen

 Como toda buena treintañera solterona del mundo del siglo XXI soy un poco (o un mucho) “Mariliendres” por eso este artículo va a ser un poco informativo pero también un mucho de especulativo. Y puede que me pase de lista pero creo que he aunque hierre un poco el tiro las ideas que aporto pueden ser interesantes para los gordos del mundo. Y como es mi blog y hasta que la Señorita Queen no me corrija las voy a lanzar al viento porque creo que pueden aportar y aquí todo lo que suma vale. Lo que resta mejor lejos. 

Empecemos por un poco de historia de la televisión. Soy adicta a Rupaul Drag Race. Desde su segunda temporada, la primera tenía tanto filtro que ni se veía y aborté la misión. Pero es que desde entonces he gozado con cada temporada como una perraca. Reconozco que no soy yo de realitys, en general me aburren y el cotilleo y el moro me aburren sobre manera. Después surgieron los que iban un poco hacia el talent show, y esos tampoco acababa de verlo porque lo de cocinar, coser o hacer reformas tampoco estaba en mi tarjeta de preferencias. Pero un día di con Rupaul y su formato. En él un número indeterminado entre 8-12 reinas entran en un taller y se exponen a realizar pruebas de diversa crueldad y realizar retos de interpretación, canto, costura, maquillaje. Y no, igual que no cocino tampoco me convierto en drag. ¡Ojo que ser BioQueen me parece una pasada! Pero no me sé hacer la raya del ojo y cada vez que un poco de rímel me entra en el ojo lloro como un alma desconsolada. Es más, tardar 5 horas en hacer un maquillaje me parece una aventura fascinante y propia de la ciencia ficción. Pero no era por las pruebas o el mundo drag, era por la diversidad del programa. Gente de todo tipo de etnias, orientaciones, y tamaños conviviendo en igualdad de condiciones y mostrándose como son. ¡Eso era una maravilla! Reinas delgadas como palillos y reinas inmensas. Gente oriental, mulata, inmigrantes, o de religiones tan diversas como absurdas. En cada episodio era una prueba pero además contaban un trocito de sus historias. Algunas eran tristes, otras de superación pero casi todas tenían un pronto en común y era la necesidad de ser queridos, de encajar y de que les entiendan. Este año se estrenó la edición española. Una fantasía. 

Como os contaba como buena Mariliendres tenía mi quiniela y mis favoritas. Había visto a muchas de ellas en directo y, para ser honesta, me encantaban a morir. Por eso la revelación de que Killer Queen iba a entrar me hizo sentir feliz cual perdiz. A parte de tener un mensaje genial, ser un poco friki y hacer sus propios looks… Killer es médico. Todo esto lo sé porque me dio una vena un poco acosadora y dejar a una periodista con un dato y redes sociales de por medio me hizo dar rienda suelta a mi afán de investigación y estudiar los pormenores de la figura de Killer más allá de lo que colgaba en los perfiles públicos propios y ajenos. 

Killer Queen entró en la primera edición y os adelanto que lo petó. Pero no voy a hablar de su trayectoria, voy a hablar de sus patorras. Y es que Killer fue un niño gordo en su infancia. Gordo y gay. Doble combo morral para ser objeto de mofa en los colegios. Lo sé porque sólo con una de las cosas ya me pasó a mi. Peor lo guay de Killer es que lo contó con lágrimas en los ojos. Es cierto que era la reina con más peso pero no era ni de lejos “gorda”. Para entendernos, en el mundillo existe una nomenclatura muy extensa para definir los tipos de drag. Desde quién lo hace (Drag Kings o Queens, Bio Queen o King…) al tipo de drag (Fishy Queen, Spooky Queen…) o el género de espectáculo (reina de belleza, comedy Queen, …) , todo un mundo vamos. Pero también hay un apartado especial para las Big Queens, Mega Divas o Plus Size Queens, se trata de perfiles de drags de talla grande. Un apartado entero para ellas y nombres de primera línea como Eureka, Ginger Minj o Kim Chi. En España también hay muchas como Nacha la Macha (sin Photoshop), o la compañera de programa The Macarena que duró un suspiro y seguro que el nos hubiera dado mucho juego en este tema y en el programa en general. La cuestión es que quedó como única representante del drag “rellenito” y que con sus testimonios se ganó un poquito más a todos los espectadores. 

Killer Queen era un niño gordo. Llegó a pesar 120 kilos y sufrió de bullyng en el colegio, si sois asiduos al blog os sonará la historia porque ya hablamos de Tiziano Ferro hace poco. Contó, entre lágrimas, las experiencias que le obligaban a inventarse enfermedades sólo al no asistir a las clases. Enfermededaes que luego sería el encargado de curar ya que, justicia poética, acabó siendo médico. En este discurso a parte de dar ánimo a todos los peques que sufren en el cole por este tipo de acciones y enseñarles que hay luz al final del túnel dió un pasito más allá. Lo hizo con lágrimas en los ojos, como si la herida siguiera abierta, a pesar de ser una de las mejores drags del panorama nacional, a pesar de ser una excelente persona y a pesar de que el tema, aunque parezca superado no lo esté tanto y lo digo sin conocimiento de causa y con una única prueba documental. ¡Sus pantalones! 

 
Se pasó la competición entera en el pantalón de chándal más feo de la historia de la humanidad. Un pantalón de chándal de gordo. Ancho, zarrapastroso… que resultaba anacrónico con sus poderosas camisetas con mensajes activistas. Y es que su carrera por Drag Race se convirtió en una declaración de intenciones, fue el drag político, el de mensaje… pero además se hizo con la voz de todes les niñes que necesitaban ser oídos. Y eso , señores mola mucho. 

Puede que nunca en la vida le llegue este mensaje pero ERES MARAVILLOSA. Sería una fantasía que eso que te atreves a hacer con los tacones lo pudieras hacer en tu día a día. Que salieras a la calle con lo que te apetezca sabiendo que tu cuerpo es increíble. Que eso que haces en el escenario con unas medias de rejilla o un corsé (que yo sería incapaz de llevar pese a las ganas de mostrarme body positive total) pudiera ser un discurso de tu existencia. Poder contar esa historia sin llorar. Poder creerte que los Fernandos del mundo pueden quererte tal y cómo eres porque , y esto lo dice mi Brígida Jones interna, eres perfecto tal y cómo eres. Y ¡Qué coño! Ya no estás gordo puñeta.

Y ya han empezado a publicarse fotos de Killer con un poquito más de Photoshop del esperado (en Starlite concretamente) donde se disimulan esas poderosas patorras que a mi me hipnotizan, porque son de persona real, porque demuestran que la energía y la pasión lo pueden todo. Porque cada vez que Killer enseña cachas lo único que pienso es que es poesía. Así que por eso, por ponerle voz a les niñes del mundo, por defender los derechos LGTBI+ pero también a los discriminados por otras razones, por poner voz a cosas de las que se habla poco y mal sólo puedo decirte… ¡Gracias Iván!

Publicar un comentario

0 Comentarios