¿Ana Morgade bien o Ana Morgade mal?

 Ya estoy aquí con mis preguntas interiores. Seguro que os habéis enterado, si no os lo cuento en un momentito. Ana Morgade se presentó en la Seminci con un porta trajes como vestido. En la alfombra verde del evento fue capturada pero después en sus redes sociales explicó que la noche previa decidió llevar lo que mejor le quedaba para protestar sobre el no normativismo de los cuerpos con el siguiente texto:

My alfombra verde today. Sí, es un portatrajes. Durante días sufrí pensando qué llevar a la alfombra de Seminci, porque siempre me sucede lo mismo: en los showrooms casi nunca puedo ponerme lo que me gusta, tengo que ponerme lo que me abrocha. No tengo un cuerpo de talla standard, por supuesto no soy modelo, y no me es nada fácil encontrar un vestido que no me haga sentir terriblemente mal hecha. Durante muchos años he salido a posar con ropa que no me encajaba muy bien, aterrada, pensando que es mi cuerpo el equivocado. Pero no, era mi actitud la errónea. Mi cuerpo es perfecto para lo que soy y a lo que me dedico: la comedia. No puedo cambiar qué se considera un cuerpo aceptable o no, y mucho menos cambiar mi autoestima de un día para otro, y mi relación más o menos despiadada con mi cuerpo (que acaba de hacer la proeza de fabricar a una personita, así que creo que se merece que lo mime un poco).
Dándole vueltas de madrugada, rumiando qué lucir esta vez, pensé: si es que me queda mejor la bolsa que el traje… Y voilà. Aquí me tienen, señoras. Orgullosa y feliz, con un traje que no me aprieta, no me tira, no me asusta, y representa lo que soy, mejor o peor: una comediante. Y saben qué? Es la primera vez que no me apetece ponerle filtros a la foto.

Ana Morgade (@ana_morgade_oficial)

Hasta aquí todo bien. Al principio me hizo gracia, me pareció bonito pero cuanto más lo pensaba más me chirriaba. Ana Morgade ha sido recientemente madre, su cuerpo ha cambiado pero sigue siendo la poseedora de una feliz talla 42. Así que Ana reivindica que en los showrooms no queda nunca su talla y que hay que normalizar que no todos los cuerpos son iguales porque esas prendas no le quedaban bien nunca. 

Una 42. 

Ese es el Quid de la cuestión. 

Si nos ponemos en una 52 no cabes ni por la puerta del Showroom. Anécdota, es la talla de tallas grandes que antes se agota en las tiendas XL. Creo que no hablamos de lo mismo. 

Y es aquí donde me da por pensar. ¿Es Ana Morgade la mejor abanderada de la causa? Ojo, me parece que que se hable del tema ya es bien. Pero que una chica con este cuerpo hable de que no hay de "su talla" me hace pensar que las cosas están peor de lo que aparentaban y que todo el mundo lo aplauda también me parece un poquito cogido por los pelos.

Iba a decir que no quería acusar a Ana Morgade de intrusismo. Pero está claro que en mi subconsciente las cosas van un poco por ahí.

Después hay otra cosa que no me acaba de encajar. Su cuerpo es perfecto para la comedia. Esto lo sabe todo el mundo porque la proporción aurea de la comedia es mundialmente conocida. Es decir, si eres comediante puedes estar gorda. Lo mismo simplifico un poco pero seguro que me seguís. Si fuera presentadora ya no vale, pero para hacer chistes puedo tener un michelín normativo que no pasa nada. Lo mismo ya llegar a las caderas de martita de Granada ya no, que es pasarse, pero para lo mío mi 42 es maravillosa. Vamos, el tópico de "los gordos graciosos", tan absurdo como el de "los andaluces graciosos". 

Y aquí me hayo esperando alguien que me de la respuesta sobre si debo alegrarme por las entrevistas, comentarios, programas de radio, podcats y demás que está haciendo Ana Morgade hablando de su drama del porta trajes o enfadarme porque considerar que los showrooms entren tallas "normales" sea sólo hasta la 42

¡Ayudadme!

Foto de archivo de antes de ser madre. Para observar la diferencia. Uhhh. 

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